En lo que respecta a la facturación, un cambio importante está a punto de sacudir el panorama empresarial francés. A partir de julio de 2024, entrará en vigor una nueva normativa que obligará a todas las empresas a emitir facturas electrónicas. Es un tema complicado, pero que no cunda el pánico, vamos a descifrarlo todo juntos.
1. Facturación electrónica: ¿qué es exactamente?
La facturación electrónica, también conocida como Facturación electrónicano es nada nuevo en sí mismo. Sin embargo, sufrirá una importante transformación a partir de 2024. Ya no se contentará con ser un PDF firmado electrónicamente o una factura con una pista de auditoría fiable, sino que ahora tendrá que estar compuesta por un archivo de datos estructurados, un esquema XML, y transmitirse a través de una plataforma o portal. En otras palabras, las empresas ya no podrán enviar sus facturas directamente a sus clientes. En su lugar, tendrán que enviarlas a través de un portal para que las autoridades fiscales puedan capturar la información que consideren relevante.
2. ¿Por qué esta reforma?
El principal motivo de esta reforma es combatir el fraude del IVA. El objetivo es reducir a la mitad las pérdidas anuales, que rondan los 20.000 millones de euros. Además, también es un proyecto europeo. La Comisión Europea trabaja actualmente en una directiva sobre el IVA en la era digital, que incluye la obligatoriedad de la facturación electrónica en toda la Unión Europea.
3. ¿A quién afecta?
Todas las empresas situadas en Francia se verán afectadas por esta reforma. Tendrán tres grandes obligaciones: utilizar nuevos formatos de factura, utilizar un portal público o una plataforma privada de presentación y recepción de facturas, y presentar periódicamente un informe, el e-informea las autoridades fiscales.
4. ¿Cuándo debe aplicarse?
La reforma se introducirá gradualmente, en función del tamaño de la empresa. Las grandes empresas serán las primeras en verse afectadas a partir del 1 de julio de 2024. Las empresas de tamaño intermedio (ETI) tendrán que cumplir la normativa el 1 de enero de 2025 y, por último, las empresas muy pequeñas y las PYME el 1 de enero de 2026.
5. ¿Qué formatos de factura están permitidos?
Se autorizarán tres formatos de factura: PDF con firma cualificada, EDI con fines fiscales y Factur-X. Este último es especialmente interesante porque se trata de un formato híbrido, que combina el PDF que ya conocemos con un archivo XML estructurado. Permitirá mantener la presentación actual de la factura (logotipo, colores, imágenes, etc.) asociando al mismo tiempo los datos estructurados exigidos por la administración fiscal.
6. ¿Qué es la notificación electrónica?
La declaración electrónica es un informe periódico que las empresas tendrán que enviar a las autoridades fiscales. Contendrá información sobre las ventas a particulares y las operaciones de ventas internacionales, así como información sobre los ingresos procedentes de las ventas de bienes y servicios. La frecuencia de envío de este informe dependerá del régimen de IVA de la empresa.
7. ¿Cuáles son los riesgos en caso de incumplimiento?
El incumplimiento de estas obligaciones puede acarrear sanciones económicas. Si no emiten las facturas en el formato correcto, la multa es de 15 euros por factura, con un límite de 15.000 euros por año natural. Si no se envían los flujos fiscales (e-reporting), la multa es de 250 euros por transmisión incumplida, también con un límite de 15.000 euros por año natural.
8. ¿Cómo podemos prepararnos para esta reforma?
Los editores de software empresarial están adaptando sus soluciones a estas nuevas exigencias. Desempeñan el papel de operadores de la desmaterialización y acompañarán a las empresas en esta transición. Además, el portal público de facturación Chorus Pro se transformará en un Portal Público de Facturación (PPF) para centralizar todas las facturas y permitir a las autoridades fiscales capturar los datos necesarios.
Esta reforma de la facturación electrónica representa un verdadero reto para las empresas francesas. Sin embargo, es esencial en la lucha contra el fraude del IVA y la armonización de las prácticas a nivel europeo. Por tanto, es esencial que las empresas empiecen a prepararse desde ahora para aplicar estos nuevos métodos de facturación.