¿Está pensando en dejar su trabajo?

El crecimiento profesional no viene sin dolor. Si el malestar que sientes es un efecto secundario temporal de aprender cosas nuevas o enfrentarte a nuevos retos, dejar tu trabajo te privará de una oportunidad de desarrollarte y crecer profesionalmente. Por otro lado, si el malestar es permanente o perjudicial, permanecer en la situación le restará tiempo a su carrera y no contribuirá mucho a su desarrollo profesional.

¿Cuál es su "punto de no retorno" personal?

Cada uno tiene un conjunto de factores personales que son factores firmes de no retorno. ¿Cuáles son los suyos, además de los cantidad de smic ¿demasiado bajo? Un jefe o gestor abusivo, un trabajo que no ofrece ninguna oportunidad de crecimiento y desarrollo profesional, un trayecto a la nueva oficina de dos horas en una dirección... tú decides qué sería un "no" absoluto para ti.

¿Qué tiene que cambiar para que quieras quedarte?

Esto es lo contrario de la tercera pregunta: en lugar de pensar en lo que haría obvia la decisión de renunciar, piensa en lo que haría falta para quedarse. La mayoría de las situaciones se pueden salvar, aunque sólo sea en teoría. Tal vez tenga que rendir cuentas a otra persona, encontrar un mentor de confianza, aprovechar una buena oportunidad de desarrollo profesional o un proyecto paralelo interesante.

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¿Ha agotado todas las posibilidades para mejorar la situación?

Esta es quizás la pregunta más difícil, porque te obliga a darte cuenta de que la complicada y dolorosa situación en la que te encuentras fue co-creada con tu participación activa. Sé brutalmente honesto y pregúntate si realmente hiciste todo lo posible para mejorar la situación. Asume la responsabilidad de tu parte en el lío para poder empezar a cavar la salida.

Como padre o madre que trabaja, ¿tiene que dejar su trabajo?

Como padre o madre que trabaja, hay otras cosas que hay que tener en cuenta además de la lista de control anterior. Antes de avisar, considere todas sus opciones. ¿Has pensado en contratar ayuda extra o pedir a los miembros de tu familia que te ayuden? O, si ya has descartado estas opciones, ¿has hablado con tu jefe sobre la posibilidad de ajustar tu horario para estar disponible para ayudar en la educación de tus hijos?

El sitio web del Salario Bruto descubrió que casi un tercio de los hogares depende en gran medida de proveedores de servicios de cuidado de niños o de miembros de la familia para obtener ayuda adicional, mientras que algo menos de la mitad ha negociado con éxito con su empleador para cambiar su horario de trabajo para adaptarse a la escolarización de sus hijos.

Además, pregúntate si la educación de tus hijos fue la principal razón por la que dejaste tu trabajo a tiempo completo, o si ya estabas pensando en dejarlo cuando llegó la pandemia de COVID-19. Si antes de que su distrito anunciara sus planes para el año escolar ya se mostraba reacio a permanecer en su empresa, es una señal de que ha llegado el momento de dejarlo, tenga o no un plan B para satisfacer las necesidades educativas de sus hijos.

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