Buenas razones para coleccionar figuras de Lego

Lego es, sin duda, una de las marcas que más ha marcado a generaciones de niños. La empresa danesa de juguetes ha conquistado el mundo con sus pequeños ladrillos de construcción. Con los años, sus productos se han convertido en una fuente de entretenimiento para toda la familia. Incluso han surgido pasiones a partir de los juguetes de Lego, como el coleccionismo de pequeños personajes.

Juguetes con un alto potencial de reventa

Hay muchísimos aficionados a los juegos de construcción en todo el mundo. De hecho, se cuentan por millones. Algunos incluso poseen cientos de piezas y no dudan en gastar una fortuna por las más raras. Muchos coleccionistas son especialmente aficionados a las miniaturas de Lego. Son casi indestructibles y aumentan su valor con el paso de los años. Los expertos creen incluso que es más rentable invertir en ellos que en la bolsa. Los verdaderos entusiastas no dudarán en pagar el precio y, de nuevo, no se trata realmente de niños.

Sin embargo, coleccionar piezas de lego es todo un arte. Deberá ser meticuloso a la hora de seleccionar las piezas a adquirir. Se ha formado un verdadero mercado en torno a la marca. Los personajes más raros, los que se han producido en ediciones limitadas, son los que más cuestan. Además, para conseguir el mejor precio, hay que tener cuidado de no sacarlos de su embalaje original. Por lo demás, la figura debe estar al menos en buen estado. En cuanto a los precios, a veces alcanzan miles de euros para ciertas series especiales. Así que hay que tener olfato para las mejores oportunidades; también hay que intentar utilizar una imagen para presentar los productos.

Una fuente de entretenimiento que puede transmitirse a los descendientes

En general, los juegos de construcción de Lego nunca han pasado de moda. Desde los primeros éxitos rotundos de los años 30 hasta la actualidad, estos juguetes han fascinado a grandes y pequeños. La empresa no deja de proponer ideas nuevas y aprovecha las películas y los dibujos animados más populares para crear productos atractivos. Por ejemplo, existen en el mercado figuras de las Tortugas Ninja de Lego y naves de Star Wars. Así, padres e hijos pueden reunirse en torno a una pasión común.

Las piezas de Lego también tienen fama de ser extremadamente duraderas. Están hechas de plástico, un material que no se degrada con el tiempo. Y, como ya se ha dicho, aumentan su valor con el paso de los años. En lugar de tirarlas, es mejor pasarlas a tus hijos o incluso a tus nietos. Los juegos de construcción parecen tener todavía un brillante futuro por delante. Además del valor económico, muchos coleccionistas conceden a las figuras un valor sentimental que no debe pasarse por alto. Es una buena manera de dejar recuerdos o de rememorar los de su infancia.