El movimiento Slow Food es una organización internacional sin fines de lucro que forma parte de una organización más grande llamada Alternative Food Movement. Fundada en 1989, su misión es promover la alimentación, la biodiversidad y los sistemas culinarios sostenibles.
El objetivo principal del movimiento Slow Food es proteger y preservar las culturas alimentarias locales contra los efectos nocivos de los hábitos alimentarios modernos, como la comida chatarra, y resaltar la calidad de los productos y el placer de comer bien.
Slow Food se centra en la dimensión social y económica de los alimentos, así como en su aspecto cultural y político, con el fin de desarrollar una conciencia alimentaria mundial.
¿Cómo funciona el movimiento Slow Food?
El movimiento Slow Food está dirigido por un Consejo Internacional de miembros electos que se reúnen anualmente para discutir estrategias e iniciativas. Se organizan grupos locales o regionales para facilitar actividades locales destinadas a crear conciencia sobre el movimiento y fomentar la participación.
La principal iniciativa propuesta por el movimiento es la organización de eventos gastronómicos y comunitarios, como mercados de agricultores, festivales, intercambios entre productores y talleres culinarios, para estimular el gusto de la gente por los productos sanos y orgánicos provenientes de pequeñas granjas agrícolas.
Como parte de estos eventos, representantes del movimiento hablan sobre alimentación sostenible y explican cómo todos pueden ayudar a mejorar las prácticas alimentarias locales y apoyar la biodiversidad.
Los principios fundamentales del movimiento Slow Food
- Biodiversidad: El movimiento está comprometido a trabajar por la conservación de variedades de plantas y animales antiguas y en peligro de extinción, así como la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.
- Calidad nutricional: promover el acceso a alimentos saludables y nutritivos para todos.
- Soberanía alimentaria: garantizar a todos el derecho a acceder a alimentos sanos y asequibles.
- Equidad : garantizar que todos puedan disfrutar de los beneficios de la alimentación sostenible.
- Cultura culinaria: reconocer y fomentar la diversidad de conocimientos y sabores generados por los sistemas alimentarios locales.
- Ecología: abordar las causas fundamentales que amenazan la biodiversidad alimentaria y apoyar soluciones locales para garantizar el largo plazo.
El movimiento Slow Food tiene sucursales en más de 160 países alrededor del mundo donde ha ayudado a crear miles de proyectos destinados a apoyar a los pequeños productores locales, promover prácticas agrícolas ecológicas y transformar los hábitos alimentarios.
Las acciones emblemáticas del movimiento cuentan con el apoyo de miembros y la participación de comunidades locales que encuentran un interés común en luchar contra la explotación y destrucción de la naturaleza y en promover las culturas alimentarias tradicionales.
El movimiento Slow Food aborda las causas fundamentales de los problemas alimentarios vinculados a la industrialización de los sistemas alimentarios y la globalización. Hace campaña por el retorno a alimentos saludables y sostenibles accesibles para todos, por el reconocimiento de los conocimientos y tradiciones alimentarios locales, por la preservación de la biodiversidad alimentaria y la promoción de sistemas alimentarios sostenibles.