Las soluciones que permiten un adecuado saneamiento de las aguas residuales de los hogares son diversas. Desde canales homologados y ecológicos hasta métodos de tratamiento tradicionales, seguro que encontrará el sistema de saneamiento que mejor se adapta a sus necesidades y criterios. La mayoría de municipios se responsabilizan del tratamiento de esta agua conectando todas las viviendas del barrio a una misma red colectiva. Sin embargo, si la ubicación de su propiedad no dispone de dicha red, será necesario instalar una red individual, en particular una fosa séptica o un tanque de agua.
Sin embargo, el saneamiento no colectivo requiere un mantenimiento periódico por parte del propietario para asegurar su correcto funcionamiento en las mejores condiciones y evitar ciertos problemas molestos como malos olores o sustituciones prematuras de la instalación. Respecto a este mantenimiento, algunas tareas pueden ser realizadas por el propio propietario ya que no son complejas, mientras que otras tareas como el vaciado de la fosa séptica y el bombeo requieren de la intervención de un profesional en la materia.
Acciones de mantenimiento a seguir diariamente
Si tu vivienda no está conectada a una red de saneamiento colectiva, el tratamiento de tus aguas residuales y cloacas pasa a ser tu responsabilidad. El sistema de saneamiento individual requiere un mantenimiento periódico para evitar de la mejor manera posible la aparición de incidencias en su fosa séptica.
Si desea mantener su pozo en buen estado de funcionamiento, debe seguir algunos pasos sencillos a diario. En primer lugar, recuerda nunca tirar ni enjuagar medicamentos caducados, productos que tardan mucho en descomponerse o productos tóxicos. De hecho, estos elementos corren el riesgo de provocar la creación de obstrucciones en su sistema de tuberías que, con el tiempo, pueden provocar la obstrucción del paso del agua.
Otra acción a tomar es verificar el nivel de lodos en su tanque de pozo. Esta verificación debe realizarse periódicamente. Generalmente es aconsejable no dejar que el espesor del lodo supere los dos tercios de la profundidad total del tanque. Además, es preferible realizar una bombeo de tanque séptico tan pronto como el nivel de lodos supere la mitad. Se recomienda el procedimiento de vaciado o bombeo de fosas sépticas una vez cada cuatro años. Sin embargo, este período varía según el tamaño de su tanque y la cantidad de personas en su hogar.
Además, es recomendable recurrir a un profesional en la materia para realizar un chequeo completo de su sistema de saneamiento y así anticiparse a posibles problemas.
¿Qué controles se deben realizar?
Cuando se trata de un sistema de saneamiento no colectivo, son necesarios algunos controles para garantizar los mejores resultados y un tratamiento adecuado de las aguas residuales. Además, teniendo en cuenta los residuos orgánicos y los diversos productos químicos, en particular los productos utilizados para lavar la ropa o los platos, las aguas residuales y residuales procedentes de las viviendas son perjudiciales no sólo para la salud de los seres humanos sino también para el medio ambiente natural.
En primer lugar, debe asegurarse de revisar periódicamente la rejilla de su foso. La función de este filtro es retener todos los elementos sólidos no degradables que llegan a la entrada de la instalación sanitaria. Así, sirve para bloquear el paso de estos elementos hacia el depósito de tu foso. En segundo lugar, es necesario recordar comprobar el estado del prefiltro. Este último se instala al final del foso y requiere una limpieza periódica. El proceso de limpieza no es molesto ya que sólo es necesario realizarlo una vez al año.