El arte contemporáneo es una de las expresiones artísticas más populares de este siglo. Reúne todas las obras de arte que han visto la luz desde 1945 hasta la actualidad. Gracias a ello podrás adquirir nuevas obras, agresivas, burbujeantes y abundantes. De hecho, el arte contemporáneo es de una originalidad ilimitada. Podrás encontrarlo en todas partes, ya sea en publicidad, arquitectura, cine o incluso moda. Sus puertas están abiertas a todos y de ningún modo están reservadas a una elite específica. Pese a todos sus aspectos positivos, el arte contemporáneo sigue atrayendo cada vez a más inversores durante las numerosas subastas organizadas en todo el mundo.
Invertir en arte contemporáneo
Hoy en día, se intercambian más de 35 mil millones de obras cada año en todo el mundo y el arte contemporáneo acapara más del 70% de este mercado. De hecho, invertir en arte contemporáneo no se correlaciona con los mercados financieros actuales. En otras palabras, los flujos de este tipo de mercado no influyen en el valor de una obra de arte contemporánea. Es más bien la fama y la reputación del artista quienes dependen de ello.
Entonces, debes saber que una inversión en este rubro te garantiza una rentabilidad a largo plazo. De hecho, muchos especialistas comparan la inversión en un cuadro con la de adquirir una botella de vino, porque con el paso del tiempo ambas aumentan de valor. De hecho, hay que contar con entre un 7% y un 12% de revalorización anual.
Agregue a esto que las obras contemporáneas son obras maestras para exhibir en su hogar. De hecho, te permitiránOptimiza la decoración de tu comedor.. Por último, la inversión en arte contemporáneo muestra la ventaja de la flexibilidad a nivel impuestos ya que están exentos de impuestos. Además, este tipo de herencia se transmite con mucha facilidad.
El principio de una subasta de arte contemporáneo
En términos generales, la subasta es un proceso de negociación organizado que pone en competencia a varios agentes económicos, durante un período de tiempo definido, para la adquisición o venta de bienes en las condiciones más favorables. Para garantizar esta mediación, un subastador presenta cada obra, con su precio inicial, y eleva las ofertas a medida que se realizan las propuestas. El precio de venta se fija entonces cuando sólo queda una persona que puja más.
Debes saber que en la mayoría de los casos nunca se revela la identidad del vendedor. Obviamente se hacen excepciones. Este es particularmente el caso cuando las obras contemporáneas vendidas son muy prestigiosas, o durante una liquidación judicial. A esto hay que añadir que el vendedor rara vez es un empleado de la casa de subastas. En las raras ocasiones en que así sea, éste está obligado a mencionarlo.
Entonces para la autenticidad de las obras presentadas durante una subasta de arte contemporáneo, un experto y el operador responsable de la venta indican toda la información relativa a las obras vendidas durante la subasta. Sin embargo, es fundamental estar atentos, porque tienen derecho a realizar cambios de última hora en las particularidades de las obras. Esto también se puede hacer durante la propia venta de forma oral.
Sin embargo, en el caso de que un comprador se dé cuenta de que la obra, después de la adquisición, es una copia y no el original, este último tiene derecho a solicitar un reembolso y una compensación. Además, es fundamental entender que una subasta no sigue el mismo principios de ventas que los de una venta o consumo común. En consecuencia, cuando el término “adjudicado” es pronunciado por el subastador, la obra contemporánea pasa al propietario. Como resultado, la persona que haya levantado la última mano deberá pagar el precio anunciado. Por lo tanto, es casi imposible cambiar de opinión una vez realizada la venta. Finalmente, para los vendedores que no puedan asistir a la subasta, se encuentran disponibles otros medios remotos, como pujar mediante:
- Teléfono ;
- Internet ;
- Orden estricto.
De hecho, debes saber que varios sitios web están destinados a ello. También podemos citar Subasta, Interencheres o incluso Invaluable.
Participa en una subasta de arte contemporáneo.
Para que un artista o una simple persona pueda vender sus obras, se debe implementar un proceso específico. El primer paso es encontrar una casa o un operador de subastas, preferentemente especializado en arte contemporáneo. Todas las casas figuran en un directorio publicado en línea por el consejo de ventas.
Una vez que haya encontrado una casa adecuada que esté interesada en su trabajo, deberá prepararse para la venta. Para ello, los llevarás a casa para poder hacer un presupuesto y fijar un precio de salida o de reserva. Posteriormente, acordarás las distintas tarifas que se derivan de este servicio. La sesión de subasta estará dirigida por el subastador. Finalmente, se le devolverán sus fondos por cada obra vendida.