Parece que el japonés han encontrado la fuente de la eterna juventud y que su piel no sólo es considerada una de las más bellas del mundo, sino que se mantiene luminosa e impecable a pesar de los años. Se dice que la piel de las mujeres orientales, especialmente las japonesas, tarda 10 años más en arrugarse que la de las mujeres occidentales. Si es cierto que la genética les ha permitido tener una dermis más gruesa y una mayor producción de colágeno, también lo es que invierten tiempo en cuidados estrictos, rituales de belleza específicos, que se alimentan sanamente y siguen técnicas naturales y ancestrales propias de su cultura. ¿Pero cuáles son sus secretos?
Limpiar e hidratar
Para ellas es fundamental quitarse el maquillaje y todo aquello que pueda contaminar su piel, sobre todo antes de ir a dormir. La mayoría utiliza aceites naturales como el de oliva y el de argán y complementa su rutina con productos como leches limpiadoras o agua micelar. Antes de hidratar su piel o utilizar cualquier tratamiento, practican una técnica llamada Otefuki, que consiste en aplicar toallas con vapor caliente a las que añaden gotas de aceites aromáticos como el de lavanda o romero para abrir los poros del rostro y penetrarlos en lo más profundo. capas de la piel. Además, utilizan productos de texturas más ligeras como los aceites de camelia, que hidratan la piel y también pueden usarse para el cabello.
el masaje
Tienen diferentes técnicas de masaje que incorporan 2 o 3 veces por semana. Por ejemplo, los masajes Eishodo o Tanaka. Con ellos sustituyen a la cirugía estética porque estimulan la circulación, limpian el sistema linfático y ejercitan los músculos faciales. Esto ayuda a prevenir los primeros signos del envejecimiento.
protector solar
En la cultura japonesa la piel blanca es sinónimo de belleza. Entonces, a diferencia del bronceado que buscamos en Occidente, en Japón las mujeres se protegen mucho del sol para evitar mancharse y perder colágeno y elastina. Para ellas, la protección solar es un producto básico en su ritual de belleza en cualquier época del año.
Té
Los tés verdes y blancos son esenciales en tu dieta porque son ricos en antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres y el envejecimiento prematuro de la piel. Para empezar a beberlo, empieza con una o dos tazas al día y luego aumenta su ingesta. Si bebes café, el té verde es un gran sustituto.
Alimento
Las mujeres japonesas son un claro ejemplo de cómo se debe cuidar la piel por dentro y por fuera. Su dieta es más alcalina y las grasas que consumen son en su mayoría grasas buenas, como los omega-3 del pescado. Otro ingrediente principal es el alga wakeme que, además de aportar vitamina B, calcio y potasio, conserva el ácido hialurónico, vital para mantener la elasticidad de la piel.