Desde la noche de los tiempos, el perfume ha sido un gesto, a veces mecánico pero muy apreciado, adoptado por personas de ambos sexos para perfeccionar su aseo.
Los famosos diseñadores de moda compiten constantemente con su imaginación y creatividad para diseñar nuevas fragancias que se supone que estimulan la sensualidad y aportan una atracción irresistible al ser.